DOS  ATARDECERES EN FARM HALL

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Acabada la II Guerra Mundial, los aliados encerraron en la granja de Farm Hall, cerca de Cambridge, a diez científicos alemanes muy distinguidos, entre los que estaban Otto Hahn, Max von Laue, Carl Friedrich von Weizsäcker, Kurt Diebner y Werner Heisenberg. Allí, a las seis de la tarde del día 6 de agosto de 1945 los prisioneros se enteraron por la BBC del genocidio de Hiroshima y, a la semana siguiente, los micrófonos ocultos de la granja pudieron seguir una charla-conferencia de Werner Heisenberg a sus compañeros en la que presentó todos los detalles técnicos de la bomba que acababa de borrar del mapa a la ciudad japonesa, incluyendo un cálculo exacto de la masa crítica de U-235, precisamente lo que los científicos del proyecto Manhattan aducían como la razón por la cual los alemanes no habían construido la bomba (y que, después se vio, ellos mismos no fueron capaces de estimar con tanta precisión), desmontando de esta forma de manera terminante los argumentos de los físicos aliados y demostrando, a la vez, que un mundo de esperanza era y es todavía posible, pues al menos algunas de las  celebridades científicas germanas habían rehusado poner en manos de los políticos y militares del III Reich un arma tan mortífera, a pesar de que sus colegas del campo aliado no compartieran en absoluto su digna y valiente actitud. La charla dramatizada “Dos atardeceres en Farm Hall” escenifica aquellos acontecimientos y enfatiza el contraste de los físicos de uno y otro lado ante el fenómeno nuclear.

Dramatis Personae

 Werner Heisenberg: Posiblemente, después de Einstein, el físico más importante del siglo XX. Entre sus muchas contribuciones decisivas, cabe destacar la mecánica cuántica y el principio de incertidumbre. Durante la Segunda Guerra Mundial dirigió el Uranprojeck  para sacar partido de la fisión nuclear y promovió de forma decidida los intentos de los científicos alemanes de evitar poner armas nucleares en manos de los políticos y militares de ambos bandos, fallando amargamente en su intento de persuadir a su amigo Niels Bohr para que promoviera esta campaña entre los científicos aliados. 

Otto   Hanhn: Junto con su estudiante Félix Strassmann, fue el descubridor de la fisión nuclear del uranio, aunque nunca formara parte del proyecto sobre desarrollos nucleares. Obtuvo el premio Nobel de química en 1944, rechazándolo debido a la deplorable ceremonia de su concesión. Se opuso firmemente a la carrera de las armas nucleares y trabajó en el  Kaiser-Wilhem Institut en Berlín. Al enterarse del genocidio de Hiroshima se hundió en una profunda depresión.

 

Carl Friedich von Weizsäcker: Astrónomo, físico y matemático que trabajó en Berlín y  Göttingen bajo la dirección de Heisenberg. Realizó estudios fundamentales sobres las reacciones nucleares en las estrellas. Fue uno de los pioneros en considerar la responsabilidad de los científicos por su trabajo. Formó parte del grupo de 18 científicos alemanes que rechazaron de forma muy activa las armas nucleares.

 

Max von Laue: Fue discípulo de Max Planck. Descubridor de muchas propiedades de los rayos X y sus efectos en cristales, lo que le valió el premio Nobel de física en 1914. Un entusiasta de la teoría de la relatividad de Einstein se mantuvo en su trabajo de Berlín hasta 1943, año en el que dimitió por sus creencias profundamente anti-Nazis.  Un luchador muy activo contra las armas nucleares al que mantuvieron preso en Farm Hall.

 

Kurt Diebner: Físico nuclear que trabajó en Berlín y llegó a ser director administrativo del Projecto Alemán de Energía Nuclear. Responsable principal de la creación del primer reactor nuclear en 1939, al que llamó “uranmaschine”. Si se ha de creer a las fuentes aliadas, hasta su dimisión, mantuvo una activa animosidad con Heisenberg.

 

Leo Szilárd: Paradigma de los físicos europeos que buscaron de forma obsesiva la fabricación de la bomba atómica. Fue uno de los primeros en apreciar la posibilidad de una reacción en cadena y buscó desesperadamente convencer a los americanos de la necesidad de construir armas nucleares, persuadiendo a Einstein para que escribiera su famosa carta al presidente Roosevelt. De ésta surgió el llamado Proyecto Manhattan que se basaba en argumentos inciertos sobre la intención de los científicos alemanes. Junto con Enrico Fermi, se atribuyó el dudoso honor de haber creado el primer reactor nuclear en 1942, cuando el reactor alemán ya funcionaba desde hacía tres años. Posiblemente, Szilárd fue uno de los seres humanos más controvertidos que hayan existido jamás.

 

Peter Ganz: Durante casi medio siglo fue una figura señera de la universidad británica este alemán que en 1945  participó con otros siete jóvenes alemanes en los servicios de escucha y traducción en Farm Hall, traicionando claramente a su país y, dada la catadura moral que los aliados demostraron en estos asuntos, a la misma humanidad.